Opinión
Juan Carlos Genao Peralta
El país hace unos días comenzó con una ola de manifestaciones por todas las provincias de la región del Cibao, paros y bloqueos que empezó con acciones de grupos populares organizados desde hace décadas.
Usted puede tener una optica diferente de los resultados, podría estar de acuerdo o no con el método utilizado de reclamo, pero jamás podría negar que en el país se tiene un disgusto acumulado con el Gobierno de Luis Abinader y su PRM, que inicia con los precios del combustible, una de las promesas de campaña no cumplida por el hoy Presidente de la República Luis Abinader y también el hoy ministro de Industria y Comercio Ito Bisono.
Ha esto súmele los productores agrícolas golpeados por el alza de los precios de los fertilizantes, cabezas de familia indignadas por la subida de los alimentos, docentes descontentos por lo que consideran abandono de la educación pública y otros colectivos más o menos organizados que están preparados para empezar una lucha por las reivindicaciones para sus sectores.
Lo que ha comenzado como una huelga de grupos populares con epicentro en la región del cibao en protestas dispersas por toda esta región, se puede convertir en un volcán que puede errupcionar por todo el país, con bloqueos de carreteras y enfrentamientos que dejarán consecuencias funestas para esta administración.
Lejos de aplacar los ánimos, la actitud de los funcionarios tratando de minimizar los resultados o efectos de las protestas, la población se siente indignada, además la campaña que le tienen montada por los contrarios y/o opositores, han puesto a pensar a muchos de que no están capacitados con las debidas experiencias para hacer frente a la crisis. La más recientes encuesta antes de la manifestación realizada por las 14 provincias del Cibao, el Presidente Luis Abinader, presentaba una baja en su popularidad y un rechazo a su gestión.
El gobierno necesita urgente conectar con el sentir popular antes de que el volcán erupciones y se le haga tarde.