Hoy Noticias/Redacción.
Después de la lamentable muerte de la gobernadora Nelsy Cruz, en el PRM se han abierto apetencias legítimas por el cargo de la gobernación de Montecristi. Es normal que, al presentarse la vacante, entre la dirigencia del partido surjan aspirantes, sobre todo mujeres, pues desde que asumió la presidencia el Presidente de la República ha designado únicamente mujeres en todas las gobernaciones del país.
Lo que no resulta normal es que los altos dirigentes de esa organización en la demarcación de Montecristi nieguen tener candidatas o preferidos para ocupar tan importante posición. Es una forma antigua —casi arcaica—de recurrir a la diplomacia o a la hipocresía ante la población, cuando todos sabemos que, desde que existe la posibilidad de nombrar a un compañero o compañera de partido, cualquiera con un mínimo de influencia política tratará de ubicar *“lo suyo”.*
Decir que no lo han hecho puede ser verdad, puede ser la declaración más sincera que salga de estos dirigentes, pero hay verdades que nadie se cree por lo tan habituales que son. Lo más recomendable sería que no lo negaran, porque al final ni sus propios súbditos les creerán si afirman que ni el senador Bernardo Alemán ni Erodis Díaz tienen preferidos.