Tony Pina
Hoy Noticias/Santo Domingo,R.D–La Policía dominicana no hay modo de enderezarla. Es el espíritu mismo de Trujillo que aún lleva encima. Cuerpo, conducta y figura hasta la sepultura, es la representación más fiel del tirano que tanta sangre inocente derramó durante 31 largos años de su ominosa pesadilla.
Y lo digo con vehemencia y hasta con impotencia.
¿Cuándo será que esta institución se renovará definitivamente?
La Policía tiene fallas de origen desde los pies a la cabeza.
Constitucionalmente debería llamarse institución del orden, pero es el desorden mismo, la antítesis plena de lo que debería o está llamada a ser, si la definimos por sus históricas bellaquerías y travesuras al servicio de las peores causas.
Siempre ha sido así, desgraciadamente, la Policía.
El sátrapa la creó, no para salvaguardar el orden ni la paz pública, sino para abusar de la ciudadanía. Cualquier dominicano, por más educado y vocación de servicio que tenga, desde que se engancha o se mete a la Policía se daña irremediablemente.
Leyendo el diario El Metro me dan ganas de llorar de impotencia. Resulta que ahora el jefe de la Policía Nacional ha solicitado una prueba de parafina al reportero gráfico de El Caribe, Danny Polanco, herido la semana pasada de un disparo de escopeta hecho por un agente en los disturbios estudiantiles de la UASD.
¿Qué insinúa el jefe de la PN con semejante actitud? Simple, que Danny no cubría los incidentes sino que enfrentaba a la Policía.
¡Qué acusación más criminalmente insólita y absurda! Así ha sido históricamente la Policía
Danny es un fotorreportero consagrado, un hombre de bien, incapaz de pensar siquiera en despretigiar la profesión que asumió desde que era un mozalbete. Yo, que le conozco por los tantos años que trabajamos juntos, puede asegurar que Danny Polanco tiene un corazón y un corazón un alma grandemente generosa.
Bien haría el jefe de la Policía en no proteger al agente que disparó a matar a Danny con tan insolente y ofensiva declaración, y haría muy bien, como señala el diario MetroRD, si éste pidiera disculpas públicas. (Tony Pina)
