Hoy Noticias/Santiago.-El pastor evangélico Pablo Ureña, presidente de la fundación Niños por una Esperanza y coordinador del Ministerio de la Iglesia Evangélica Tiempo Decisivo, denunció que en esta provincia hay padres que entregan y negocian sus hijas menores de edad, cuando son abusadas por depravados sexuales.
Ureña, que tiene su fundación en el sector de la Gloria, del barrio de Cienfuegos, el más poblado de Santiago, donde predica el evangelio, proclamó que cuando un individuo viola a una niña que puede rondar entre los 10 a 15 años, los padres deciden entregárselas.
En declaraciones al Listín Diario, el religioso subrayó que en Cienfuegos, un hombre de 35 años, que de acuerdo a su apreciación es adicto a las drogas, violó una niña de 13, pero que cuando trató de mediar para que apresaran al abusador, el padre “le reprochó, que no se metiera en eso, porque ya él se la había entregado”.
Igualmente comentó que en el mismo barrio, otro hombre violó a una joven de 15 años y que sus familiares tras querellarse en su contra en la fiscalía, la madre negoció con el violador y que no se le atribuyó cargos.
El pastor lamentó que debido a la impunidad, esos depravados sexuales, siguen violando niñas en barrios y sectores pobres y que se aprovechan del ambiente de vulnerabilidad de las víctimas, como la pobreza, disgregación familiar, abandono momentáneo y otros factores.
El religioso comentó que muchos padres para poder costear los gastos familiares tienen que trabajar y que por consiguiente dejan los niños y niñas solos y que hay personas que se aprovechan de esa situación para abusar de ellas.
ADOLESCENTE PIERDE EMBARAZO POR GOLPIZA
El pastor evangélico proclamó que hace tres días una adolescente perdió su criatura de ocho meses de gestación, porque su violador le propinó una golpiza aparentemente por celos.
También refiere, que la criatura estaba totalmente formada, lo que significa un doble crimen, al tiempo de expresar, que muchas veces los violadores adquieren su libertad con suma facilidad, porque hay impunidad.
“Lo más penoso de esto es que la gente ha perdido totalmente la confianza en la justicia y eso es algo horroroso para una sociedad”, indicó.