Hoy Noticias/Puerto Príncipe (Haití)– El presidente haitiano, Michel Martelly, cumple este miércoles tres años al frente del Gobierno inmerso en cruciales acuerdos políticos de cara a la institucionalización del país y ante fuertes ataques de sus adversarios, que dicen que llegó al poder solo para enriquecerse mientras la población languidece.
El gobernante ha enfilado su dirección en la reconstrucción de escuelas, energía, empleo y gestiones para captar la inversión externa, aunque la inflación, denuncias de corrupción, inseguridad y las enormes secuelas del sismo de 2010 son temas pendientes que la oposición no está dispuesta a dejarle pasar.
Martelly y la mayoría de los partidos políticos alcanzaron en marzo pasado un acuerdo para la celebración de las elecciones municipales y parciales del Parlamento (bicameral), así como para la designación de los jueces del Consejo Electoral Provisional, bajo la mediación de la Iglesia católica.
Esos acuerdos también permitieron el ingreso al Gobierno de dirigentes de la oposición. Sin embargo, el poderoso partido Lavalas, que lidera el expresidente haitiano Jean-Bertrand Aristide, se desligó temprano de las discusiones y denunció las conversaciones como tratativas del Gobierno para disminuir a sus opositores.
El abogado André Michel, uno de los más fuertes críticos de la política de Martelly y del primer ministro haitiano, Laurent Lamothe, dijo hoy que el Gobierno solo ha servido para acelerar la dependencia del país de la comunidad internacional, debilitar las instituciones republicanas y ensanchar la brecha social.
La oposición anunció, precisamente, que convocó a marchas para este miércoles en Puerto Príncipe, en repudio a las ejecutorias del Gobierno y para exigir la renuncia de Martelly, un reclamo constante en casi todas las manifestaciones.
“No vamos a entrar en los detalles, pero el acto finalizará ante del palacio presidencial”, dijo Turneb Delpé, portavoz del Movimiento Patriótico de la Oposición Democrática (Mopod).
El dirigente denunció la infiltración de personas afines al Gobierno en sus movimientos de protesta, que supuestamente se dedican a romper los parabrisas de los vehículos para atribuirle esos desórdenes a los opositores.
Además de la renuncia de Martelly, demandarán la liberación de los presos políticos y la retirada de la comunidad internacional en la actual situación tensa que vive el país.
Mientras tanto, el director departamental del Oeste de la Policía Nacional, Vladimir Paraison, dijo a medios locales, que sus agentes están disponibles para ayudar a cualquier organización que se manifieste en las calles, pero siempre respetando el orden establecido y sin causar daños a vidas y propiedades.
