No se vio cabizbajo, no hubo lágrimas, ni muestra de arrepentimiento, ni desánimo. Siempre se mantuvo con la cabeza erguida mirando al juez, Víctor Inoa, mientras leía la motivación de la sentencia, igual que a la secretaria cuando daba el veredicto de los jueces que lo enviaba a la cárcel de Salcedo por 30 años, cuando apenas tiene 20 años de edad.
Pasarse las manos por la nariz y el cuello, fueron los únicos movimientos que hizo el joven, el cual se nota más robusto que cuando fue detenido por el crimen de Emely el 25 de agosto de 2017.
Mientras su madre, Marlin, a quien el tribunal le dictó cinco años de prisión por ocultamiento del cadáver y sustracción de menores, se le vio llorar al escuchar la sentencia de los jueces.
Con la premura de una seguridad rígida y preventiva ante la irritabilidad de decenas de personas que estaban a la espera en las afueras del Palacio de Justicia, a Marlín le dio tiempo para despedirse de su hijo y con sus dos manos le sostuvo la cara a Marlon, le dio un beso y le susurró unas palabras, a lo que éste asintió con la cabeza. Luego fueron trasladados a sus respectivas cárceles, ella a Rafey-Mujeres en Santiago y él a Vista al Valle, San Francisco de Macorís.
Los jueces del Segundo Tribunal Colegiado de San Francisco de Macorís que emitieron el fallo son María de los Ángeles Concepción, presidenta; Carminia Caminero Sosa, y Víctor Alfonso Ynoa Gómez.
Marlin, madre de Marlon, quien fue condenado a 30 años por el asesinato de la adolescente, deberá pagar 10 millones de pesos de indemnización a la familia de Emely y las costas del proceso.
Hallada culpable del ocultamiento del cadáver de la adolescente embarazada, Marlin fue condenada a cinco años de prisión. La reacción inmediata de la población que consideró benigna la condena, fue lanzarse a la protesta callejera.
ARTÍCULOS DEL CÓDIGO PENAL RELATIVOS AL CASO
A Marlin Martínez la condenaron a cinco años de prisión por sustracción de menores, contenido en el artículo 354 del Código Penal, y ocultamiento de cadáver, establecido en el artículo 359. El artículo 354 establece que la pena de reclusión se impondrá al que con engaño, violencia o
intimación robare, sustrajere o arrebatare uno o más menores, haciéndoles abandonar la vivienda o domicilio de aquellos bajo cuya autoridad o dirección se hallaban. Por estas acciones se imponen penas de prisión de dos a cinco años y multa de RD$500 a RD$5,000 a los individuos que, valiéndose de los medios anteriormente señalados, o de cualesquiera otros, y sean cuales fueren los propósitos que alentaren, las calidades que ostenten. El artículo 359 establece que quien ocultare o encubriere el cadáver de una persona asesinada o muerta a consecuencia de golpes o heridas, será castigado con prisión correccional de seis meses a dos años, y multa de veinte a doscientos pesos; sin perjuicio de penas más graves si resultare cómplice del delito.
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