Por Daygorod Fabián Sánchez, Educador y Analista Político
El PRM, antes de la división del PLD había alcanzado su techo de crecimiento: el 35% del electorado.
Era evidente que esto no era suficiente para vencer al PLD, partido que nunca escatimó esfuerzos para lograr sus objetivos al costo que sea y más si era usando los recursos del erario.
Al dividirse el PLD fruto del fraude (según LF) contra Leonel Fernández, rápidamente Luis Abinader se apresura a establecer un pacto implícito con el hoy líder de la Fuerza del Pueblo.
Ese pacto consistió en unas alianzas municipales (no en todas las demarcaciones) y congresales. Aparentemente se dejó suelto el asunto de lo presidencial, pero no fue así.
Se acordó que, mediante mecanismos de sondeo previo al oficial, la Fuerza del Pueblo se percataría de si había alcanzado el 5% de los votos en el nivel presidencial; al lograr ese cometido los pueblistas en vez de marcar a Leonel Fernández emitirían el sufragio directamente por el PRM, para poder salir en primera vuelta de los engreídos de palacio, como los definió el tres (3) veces Presidente Fernández.
Luego de esto la siguiente fase del plan era o es debilitar al PLD. Para ello Leonel, al darse cuenta de las falencias en materia de sagacidad política del hoy presidente Luis Abinader, aprovecha y le hace planteamientos que para una persona hábil resultarían impracticables.
Primero: consigue el apoyo del PRM para constituirse en segunda mayoría en el Senado. Recordemos que legalmente la Fuerza del Pueblo obtuvo 4 – 5 senadores pero con los que se fueron del PLD, luego de ganar en esa boleta, termina con 8 Parlamentarios en la Cámara Alta.
Esta acción le asegura un puesto en el Concejo Nacional de la Magistratura y por ende cuota de poder en las altas cortes (Tribunal Constitucional, Superior Electoral y Suprema Corte).
Como se discutió sobre si la Fuerza del Pueblo es o no partido mayoritario, pues debe obtener igual o más del 5% del sufragio en el último torneo electoral (2020), Fernández usó otro ardid.
En el nivel presidencial la Fuerza del Pueblo obtuvo el 5.54%, pero el último proceso contempló el nivel de los diputados y senadores, también. Lo que significa que en promedio no llega a esa cantidad.
Eso lo debe decidir la Junta Central Electoral, la cual obviamente es adversa a los intereses de Fernández.
Luis Abinader en su ingenuidad política cae en la trampa y se alía a Leonel, para no coincidir con el PLD, y le entrega la JCE a un pupilo de Fernández: Román Andrés Jáquez Liranzo, quien había estado ya en el TSE.
Ahora con Liranzo en la JCE Leonel asegura que mediante resolución lo decretarán mayoritario y por ende recibirá cerca de 20 millones de pesos mensualmente y más de 450 millones en el año electoral.
Sin darse cuenta o por ingenuidad Luis Abinader es el principal propulsor de quien lo adversará sin piedad dentro de poco tiempo, para intentar derrocarlo democráticamente en el año 2024.