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por: Altagracia Kubinyi
Hoy Noticias/Santiago, República Dominicana- En medio del cansancio, el sudor y las complicaciones del día, existen palabras, acciones y gestos que viven para siempre en nosotros.
Me ha tocado experimentar algunos momentos que para mí han significado la verdadera recompensa de lo que a diario asumo como parte de mi aprendizaje de vida.
Son esas palabras como: “Altagracia, yo creo que más que las informaciones que usted nos da a nosotros los jóvenes, nos conquista esa manera tan bonita de tratarnos”, las que me llenan de alegría.
Cada mensaje que leo se convierte en una pila que me recarga todos los días. Mi regalo está en cada joven que logra hacer una parada y reflexionar sobre su verdadero propósito en esta tierra.
Me siento premiada de conocer personas que saben separar sus pasiones para evaluar la justicia y su proceder. Recibo motivación al ver a niños y niñas que rompen barreras y salen adelante como el ave fénix.
Me siento homenajeada al saber que todos los días representa un nuevo comienzo y que en cada comienzo cuento con un compañero de vida que valora la mujer que tiene a su lado y que en su valoración y amor es correspondido.
Puedo decir que soy dichosa, muy dichosa porque a diario palpo la magia del amor posarse en mi puerta. Afortunada porque conspira a mi favor la energía de gente que me ama y la bendición de un ser único que se llama Jesús.
Es muy importante que cada persona interiorice qué espera de la vida, de sus semejantes y qué mensaje está enviando para recibir.
Que en tus exigencias prioritarias siempre esté el amor como el sentimiento más bello y especial del mundo. Mi recompensa es Jesús y cada persona que, al levantarse, lo hace con más fuerza.
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