Yeni Berenice Reinos, Wilson Camacho y Osvaldo Bonilla tres fiscales del Cibao, con posibilidades de ser él o la próxima Procurador General de la República.
Onelio Domínguez
Santiago, R.D.
La región del Cibao se encuentra en un momento crucial que podría culminar en la designación de uno de sus propios hijos como el próximo Procurador General de la República. Entre los nombres que resuenan con fuerza se destacan tres destacados postulantes: Yeni Berenice Reynoso, Wilson Camacho y Osvaldo Bonilla.
Yeni Berenice Reynoso es la actual Procuradora General Adjunta y Directora General de Persecución del Ministerio Público. Su trayectoria ejemplar y su aceptación en la sociedad la posicionan como la principal candidata para asumir este rol de vital importancia en el sistema judicial dominicano. La designación de Reynoso no solo sería un reconocimiento a su talento y dedicación, sino que también garantizaría la continuidad de las iniciativas y reformas implementadas bajo su gestión. Su liderazgo ha sido clave en la lucha contra la corrupción y en la promoción de la transparencia institucional, elementos fundamentales para fortalecer el Estado de derecho en el país.
Por otro lado, el fiscal Wilson Manuel Camacho Peralta, actual procurador adjunto de la Procuraduría General de la República y miembro titular de la Procuraduría Especializada de Persecución de la Corrupción Administrativa, también se perfila como un candidato sólido. Originario de Moca, en la provincia de Espaillat, su experiencia en el ámbito de la justicia es notable.
Asimismo, el fiscal titular de la provincia de Santiago, Osvaldo Bonilla, quien proviene de Puerto Plata, también está en la contienda. Según especialistas en derecho, su experiencia y capacidad lo respaldan como un candidato viable para el puesto.
La designación del nuevo Procurador General se anticipa para los días previos al discurso de rendición de cuentas del presidente Luis Abinader ante la Asamblea Nacional. Esta estrategia permitiría al mandatario presentar como un logro de su administración la elección del primer Procurador o Procuradora mediante el Consejo Nacional de la Magistratura (CNM), rompiendo así con la tradición de nombramientos directos por decreto presidencial. Este avance completaría el proceso de independencia del Ministerio Público, iniciado durante el gobierno de Leonel Fernández con la promulgación de la Ley Orgánica del Ministerio Público, que estableció la autonomía en la designación de fiscales y procuradores adjuntos, aunque dejó pendiente la elección del Procurador General y sus siete adjuntos.
La concreción de este proceso representaría un hito en la historia judicial dominicana, consolidando la independencia del Ministerio Público y reforzando la confianza ciudadana en las instituciones encargadas de velar por la justicia y el orden en la nación.