Hoy Noticias/Santo Domingo–La directora del Museo Memorial de la Resistencia Dominicana, Luisa De Peña Díaz, denunció que un sargento de la Policía Nacional al servicio de la Procuraduría General de la República “la amenazó” durante los interrogatorios practicados al exgeneral Ramiro Matos González, acusado de ordenar el asesinato de Manuel Aurelio Tavàrez Justo en 1963.
“Nadie está por encima de ese señor (Ramiro Matos González), y a usted la vamos a explotar”, le habría dicho el suboficial a Peña Díaz, quien dijo estar dispuesta a identificar al policía.
La directora del museo, quien hizo la denuncia a través de un comunicado, afirmó que no pudo en el momento identificar por su nombre al sargento debido a que desde que la insultó le dio la espalda y se escondió para que no le tomaran fotos.
Otro incidente que narró De Peña Díaz, fue el que protagonizó una señora que formaba parte del grupo que se mantuvo en las afueras de la Procuraduría en espera de las conclusiones del interrogatorio, y que voceó a Ramiro Matos que tenía las “manos sucias de sangre”, a lo que un acompañante de éste, también general retirado, le respondió que si Tavárez Justo y sus seguidores se volvían a levantar los volvían a matar.
“¿Es esa una confirmación del hecho por el que Ramiro Matos es interrogado?”, se preguntó De Peña Díaz con relación a la respuesta que dio el general retiro a la señora.
La directora del Museo Memorial de la Resistencia Dominicana se quejó de que el Ministerio de Defensa y la Policía Nacional enviaran un contingente policial de los denominados Swat para proteger al que considera responsable de dar muerte a Manolo y a sus compañeros de guerrilla, quienes, aseguró, lo que hacían era amenazar a los que demandan justicia para que se condene a los responsables de esos crímenes.
“El resultado de todo eso nos dirá si estamos avanzando o estamos retrocediendo. Si este es un Gobierno realmente comprometido con la democracia, las leyes, y los derechos humanos o no. Los resultados de eso dirán”, dijo.
El procurador general de la República, Francisco Domínguez Brito, se refirió al crimen de Manolo y sus compañeros y lo calificó como un genocidio y crimen de lesa humanidad y que no prescribe.
