Hoy Noticias/Santiago,R.D–Tras dieciocho años de espera por justicia de parte de la familia Batlle-Bermúdez, este martes, el Primer Tribunal Colegiado del Distrito Judicial de Santiago, presidido por Sergio Furcal, declaró iniciado el proceso falsedad y uso de documento falso seguido contra los empresarios Carlos Alberto Bermúdez (a) Calucho y Manuel José Cabral Tavares.
La audiencia termino pasada las siete de la noche y luego de que el Tribunal presentara innumerables incidentes presentados por los acusados, fue leída la acusación.El Tribunal no validos los insidentes que por 18 años han dilatado este juicio que involucran las familias Batlle-Bermúdez y Cabral Tavares.
El Tribunal llegó a advertir a los abogados de los imputados sobre las consecuencias de la deslealtad procesal cuando éstos se estaban excediendo en su afán de incidentar el proceso, por lo avanzado de la hora, el Tribunal decidió dar apertura al juicio contra los imputados y continuará el 23 de julio.Este juicio se celebra en base a la sentencia 0508/2009CPP de la Corte de Apelación de Santiago, que decidió admitir la acusación y abrir un juicio contra los indicados empresarios como cómplices de la falsedad del acto de alguacil No.181/1997 y como autores de uso de ese documento falso. Según la acusación, Carlos Alberto Bermúdez Pippa (Carlucho) y Manuel José Cabral, procuraron que se produjera la alteración de un acto de alguacil mediante el cual se pretendía vender en pública subasta las acciones de la empresa J. Armando Bermúdez & Co. C. por A., que eran propiedad de la familia Batlle Bermúdez.
A decir de la acusación, el documento objeto de falsedad era uno de los instrumentos utilizados en las operaciones encaminadas por esos empresarios para despojar clandestinamente a la familia Batlle Bermúdez del 24.23% de las acciones que éstos tenían en la compañía J. Armando Bermúdez & Co y así tener el control accionario de dicha empresa.Además de la alteración del acto de alguacil que tenía el efecto inmediato de que la Familia Batlle no se enterara de que estaba perdiendo sus acciones, los empresarios compraron una compañía llamada Lotes del Príncipe SA, para que resultara ser la aparente beneficiaria de esas acciones y que se viera como un tercero de buena fe. De esta manera, los empresarios buscaban asegurar que la Familia Batlle Bermudez no tuviera cómo recuperar sus acciones. Sin embargo, Lotes del Príncipe, S. A. resultó ser una compañía de carpeta comprada por Carlos Alberto Bermúdez Pippa a una prestigiosa oficina de abogados.
La Familia Batlle Bermudez reitera que tiene fe en que los Tribunales dominicanos den un ejemplo y sienten un precedente para que reine la seguridad jurídica y termine la impunidad en la Republica Dominicana.
