Hoy Noticias/Santiago,R.D-Durante la primera semana del mes de noviembre se reportan tres víctimas fatales de feminicidio, tres mujeres con sueños, anhelos, y esperanzas. Tres mujeres que se suman a la larga lista del año 2019, y a su vez a las 1,033 registrada en los últimos 10 años. Tres mujeres a la que todos le fallamos como sociedad, si, tú, yo, todos y todas les fallamos.
Les fallamos porque ya perdimos la capacidad de asombro.
Les fallamos porque solo escuchamos la noticia de una más y nos quedamos indiferente ante un Estado que no reacciona.
Les fallaron sus amistades, la vecindad y la familia, que fueron parte de una trama que se desarrollaba y que de una manera u otra va dejando ver que algo no está bien (las víctimas de feminicidio viven situaciones de violencias que se manifiestan de diversas formas).
Les fallamos porque asumimos el dicho popular: «En lo pleíto de marido y mujer, nadie se debe meter».
Les falló el sistema de justicia por su accionar de corrupción e impunidad.
Como ciudadanía estamos llamados a reaccionar y accionar ante las situaciones que ponen en peligro la vida de cualquier persona.
Es momento de exigir a nuestras autoridades la creación de políticas reales, es momento de empoderarnos y poner un alto definitivo a este mal que deja cientos de familias desgarradas y de infantes huérfanos cada año.
Cantemos a una voz, como dice una consigna: «Ni un más, vivas las queremos».
Necesitamos exigir un involucramiento real del sistema de justicia, pero además que se involucre el sistema educativo como plataforma principal para reorientar el modelo educativo con este tema, es decir, necesitamos que nuestros infantes y juventud aprendan matemática, sociales, español; pero también enseñémosle el valor del respeto, el amor a la vida, la auto valoración, el amor al prójimo, la convivencia; enseñémosles a conocer y canalizar sus emociones.
Necesitamos a los estudiosos conducta humana, los trabajadores de la salud mental no solo interpretando la situación, sino presentando propuesta al Estado desde esta rama científica para hacer frente a esta situación.
Necesitamos que las familias entienda sus rol en la formación de sujetos independientes, con respeto y límites.
Actuemos ahora, porque en los próximos años con las debilidades intencionales que tenemos como Estado, las estadísticas irán en aumento.
Nadie está ajeno a que el fantasma del feminicidio toque una puerta cercana.
Actuemos ahora o la indiferencia nos seguirá desgarrando como sociedad.