Dirigentes comunitarios de la calle 5 de Los Platanitos, en el sector El Ejido en la provincia de Santiago, donde el pasado domingo se produjo una “fiesta clandestina” que fue intervenida por la Policía Nacional, dijeron que éste negocio tenía operando más de un año en el lugar a la vista los agentes policiales del sector.
Explicaron a Listín Diario que el dueño del negocio es «alguien con mucho poder en la barriada» y por esas razones es protegido por casi todo los comunitarios, pese al desorden que hace en todo el edificio donde está ubicado el negocio.
El bar funcionaba en un primer nivel, en un edificio donde viven varias familias, por lo que “el desorden que se vive en este lugar todos los fines de semana es insoportable”.
El pasado domingo la Policía de Santiago informó que luego de varias llamadas de los vecinos del edificio, asistieron al bar clandestino que funcionaba bajo la fachada de una “iglesia pentecostés”.
También dijeron que cuando el propietario adquirió el negocio allí funcionaba la iglesia, por lo que nunca le quitó el letrero para despistar a las autoridades.