Hoy Noticias/Si Ángel Ovalles fuera arquitecto entonces ya pudiera decir que diseñó el primer edificio que le mereció un reconocimiento para subirlo a otro nivel. Fue lo que logró como gerente general de las Águilas Cibaeñas y ha comenzado a soltar prendas sobre cómo el equipo sacó de abajo para dar vuelta a la final hasta conseguir la corona.
“Quien maneja las cuentas de los Gigantes no se imagina el bien que nos hizo, fue el jugador número 10. Los muchachos se motivaron después de eso”, dijo Ovalles el martes en una teleconferencia mientras se recupera del COVID-19 aislado en su hogar.
El departamento de mercadeo del club duartiano ha identificado a las cuyayas como el conjunto para crear rivalidad y en esta final no faltaron las “provocaciones”. Antes de iniciarse la serie desde las redes sociales del club francomacorisano se desató una campaña bautizando la serie como la “guerra del Cibao”. Una campaña que iba creciendo y con el match 2-0 se disparó con vídeos que llegaron hasta los móviles de los jugadores aguiluchos.