Herrera Díaz dijo haber ingresado al país el pasado 26 de febrero (las autoridades dijeron que fue el 1 de marzo) en un vuelo de la aerolínea Iberia desde Italia, donde reside hace muchos años y presentó síntomas varios días después de su llegada al país.
Acudió a la clínica Siglo XXI tras un dolor de pecho, y debido a su procedencia, en ese momento Italia era el foco mundial de la enfermedad, se le indicó la prueba para el Covid-19, la cual confirmó que padecía el virus.
Además, su caso era especial porque el ministro de Salud la acusó el sábado 7 de marzo de haberse fugado del centro de salud y señaló que la habían localizado en su casa, en la comunidad de Villa Riva, en la provincia Duarte.
Ella fue el tercer caso confirmado de la enfermedad en el país. Hasta ese momento conocida como una señora de 56 años de edad, dominicana y residente en Italia, quien ingresó según las autoridades al país el primero de marzo, por el aeropuerto Las Américas sin síntomas, pero que el día cuatro presentó síntomas y fue a un centro de salud privado en la provincia Duarte.
Su caso fue muy conocido y controversial a través de los medios de comunicación y las redes sociales, debido a que fue uno de los primeros casos a los que se le indicó aislamiento domiciliario, lo que generó pánico en su comunidad.
Durante ese aislamiento en casa, la mujer fue sorprendida en una ocasión tratando de salir de su casa a “comprar una recarga” telefónica, porque no tenía conexión a internet.
Además, vecinos aseguraban que ella seguía haciendo su vida con normalidad en la comunidad.
Su traslado al aislamiento hospitalario, en el Ramón de Lara, en la base aérea de San Isidro, fue igual de peculiar.
Herrera juró que le preguntó a uno de los médicos que fue a su casa si podía tomar alcohol para aliviar el estrés, en vista de que no estaba bebiendo medicamentos, y este supuestamente le contestó que hiciera lo que quisiera siempre y cuando fuera dentro de la vivienda.
“Le pregunté visto que no estoy bebiendo medicamentos… Yo tengo mucho estrés, mañana me puedo beber un whisky, y él me dijo usted puede hacer de ahí y para acá (en referencia a su casa) lo que usted quiera”, dijo Herrera, de 56 años, en una entrevista telefónica con la cadena regional Telenord desde su aislamiento hospitalario.
Se quejó en ese momento de que se la habían llevado porque estaba bebiendo alcohol.
“Ellos me vinieron a buscar porque me vieron tomándome un trago, entonces cuando llego el doctorcito ese, le dije usted me dijo a mí que yo podía hacer lo que yo quisiera de aquí para allá (en referencia a actividades dentro de la casa) y se me renegó y eso me dio un fastidio que me lo quería comer vivo”, añadió.
Su traslado al hospital se produjo el diez de marzo.
Para mayor complicaciones con este caso, las autoridades de Salud informaron que el primer caso de contagio local del virus se produjo con una persona que tuvo contacto con la señora Oraida, en la comunidad de Villa Riva.
Tras la polémica por el manejo de su caso, la señora indicó que se sentía bien, y que no tenía problemas en someterse a los tratamientos para ser curada, según respondió al ser entrevistada