Un barraje de ocho carreras en el séptimo acto, al compás de siete imparables, que incluyó jonrones de Jordany Valdespín, Junior Lake y Jeimer Candelario, así como un triple decisivo de Alen Hanson que le otorgó la cuarta victoria a los romanenses en la final, tras derrotar por blanqueada 8-0 a los Tigres, en partido efectuado en el Francisco Micheli.
Esta victoria fue la cuarta de los Toros y se colocan a un partido para alcanzar su tercera corona en la historia del béisbol invernal. Eso lo pueden conseguir esta noche en el octavo choque. Para los romanenses fue su triunfo 50 en todo el torneo, la mayor cantidad lograda por un club en la pelota dominicana.
El choque había sido un duelo de lanzadores entre los abridores Luis Cruz por el Licey y Raúl Valdés, de vuelta a la acción, por los Toros en los primeros seis episodios en que el choque se mantuvo en blanco, incluso con varias oportunidades de ambos conjuntos de marcar carreras.
Cruz permaneció 5.0 entradas en el montículo y aceptó apenas tres hits y abanicó a cinco y otorgó dos boletos, en tanto que Valdés laboró durante 5.1 de actos, en que permitió cuatro hits, ponchó a tres.
Empero la situación se les complicó al Licey cuando en el séptimo, los Toros enviaron a 12 hombres al pentágono e inició Candelario con sencillo ante Brennan Bernardino, Abraham Almonte continuó con doblete, Jorge Mateo recibió boleto para llenar las bases sin out y el escenario se preparó para que Hanson, quien fue insertado en la alineación para mejorar la defensa respondió con su batazo de triple mérito para las tres primeras vueltas del partido, batazo conectado ante Gabriel Arias.
Gran producción jonronera
Lo que vino tras ese batazo fue una gran exhibición de poder con los largos vuelacercas de Valdespín, Lake en turnos sucesivos y luego Candelario sobrevoló la verja, todos esos jonrones, el primero de ellos ante Arias y los otros dos frente al relevista Linder Castro.
Fernando Abad (1-0) en rol de relevo fue el pitcher ganador, y Bernardino (0-1) fue el derrotado. Valdés en su primera presentación en la final abanicó a tres y consiguió la marca de más ponches en la historia de las finales con 51.