Esos trabajadores haitianos no disponen de documentos, pero reciben cierta flexibilidad de las autoridades en la frontera, porque tienen muchos años ingresando al país diariamente para realizar labores diversas y tras terminar su jornada regresan al suyo.
Igual que otros días, ayer esos trabajadores formaron largas filas en el área de Migración y Aduanas, de Dajabón, para que se les permitiera llegar hasta a sus destinos.
Migración les exige que tienen que someterse a la revisión de una lista donde se verifican sus nombres y lugares donde trabajan, para así evitar que otros haitianos, no autorizados, traten de burlar a las autoridades.
Funcionarios migratorios manifestaron que muchos de esos trabajadores tienen años entrando y saliendo del país sin documentos porque trabajan en áreas diversas, pero que luego de sus jornadas regresan a Juana Méndez y otras localidades haitianas.
Mientras un oficial castrense advirtió que no hay peligro de que alguno de esos haitianos se quede en el país, porque aunque trabajan aquí, viven allá.
Ayer las repatriaciones de haitianos ilegales continuaron por el paso fronterizo de Dajabón, ante las quejas de algunos de los inmigrantes de que supuestamente los militares e inspectores migratorios no permitieron que recojan sus pertenencias.
Violverán
La mayoría de los inmigrantes devueltos revelaron al Listín Diario que volverán al país, porque conocen los pasos y los puntos fáciles de entrada.
El inmigrante haitiano Alejandro Guerrero Pierre, informó que trabaja en el Departamento de Limpieza del Ayuntamiento de Manzanillo y que ayer se le apresó mientras se dirigía a su centro de trabajo. Dice que vive en la localidad de Meaca, de Fort Liberté, y reconoce a su vez que no tiene documentos que avalen su estadía permanente en el país, pero advirtió que volverá a ingresar, porque de ese trabajo es que subsiste y ayuda a sus familiares que viven en Haití.
De su lado, Calixto Joseph, otro de los repatriados, comunicó que tiene 15 años trabajando en una finca de guineo de El Copey, entre Montecristi y Dajabón, pero que ayer militares e inspectores de Migración lo apresaron junto a otros de sus compatriotas y los devolvieron a su país.
“Vivo en Fort Liberté, pero vuelvo, no tengo otra opción, aquí es que trabajo, aquí es que vivo y aquí es donde gano el sustento mío y de mi familia”, enfatizó.
Haciendo filas para buscar combustibles
Aunque haitianos dicen que llegó un furgón conteniendo combustibles, la escasez persiste en muchos pueblos, principalmente en aquellos que están ubicados cerca de la frontera dominicana.
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