Por Jissel Pérez
Hoy Noticias/Santiago,R.D–Es sorprendente y decepcionante ver la falta de dignidad, respeto, moral y valores en muchas mujeres en la actualidad.
Da pena y vergüenza como la mujer: un ser sublime, tierno, tiempo atrás, musas de grandes artistas de las letras, pintura, escultura… se hayan reducido a ser objetos sexuales, cuerpos sin alma, sin aspiraciones, sin metas, sin nada de vergüenza o dignidad, donde los glúteos, en la actualidad ˝chapas˝, parecen ser la parte más importante de todo su ser. ˝Chapas˝, ˝chapas que vibran˝, ˝chapiadoras˝ son solo algunos de los términos que, al igual que populares, son denigrantes y asqueantes.
¿Cómo es que las mujeres podemos permitir que nos desmoralicen de esa forma? ¿Cómo se puede celebrar que se trate a la mujer como un objeto sexual constantemente? ¿Cómo es posible que sean las mismas mujeres quienes poniendo a˝ vibrar sus chapas˝ se vilipendien de esa forma? Pero ¿cómo es posible que nadie diga o haga algo al respecto?
¿Dónde está el raciocinio, la cordura, las buenas costumbres? ¿Por qué los grupos feministas no enfrentan esta situación que degrada constantemente a su género, o acaso es este el concepto de liberación femenina que tienen? Hace unos días estuve viendo una cuenta en Instagram llamada @loschapiadoresRD en donde pude observar una imagen que decía: Si su BIO (biografía) -refiriéndose a las ˝chapiadoras˝- contiene alguno de estos elementos: bendecida por dios, hija de dios, princess, xoxo, dreamer, blessed, Licenciada en Comunicación Social huya, es una ˝chapiadora˝.
La verdad es que no puedo expresar con palabras el grado de vergüenza y furia que me causó leer aquello, entonces, en la actualidad ¿Estudiar comunicación social es un pecado o delito? ¿Quienes somos licenciadas en comunicación social tenemos que aceptar que nos encajen en esas terminologías vulgares e ignominiosas?
Sin embargo, pienso tenemos bastante la culpa de que nuestra profesión se denigre tanto en estos días, pues nunca he visto que un médico ejerza la medicina sin su exequátur, nunca he visto que un abogado suba a los tribunales del país sin su carnet que lo acredita como tal; no obstante, todos vemos como cualquier persona que quiera ˝comunicar˝ en los medios radiales y televisivos del país lo hace, vemos como se ˝comunica˝ a través de la televisión dominicana no con palabras e ideas congruentes sino con una figura y un lenguaje corporal que, en muchas ocasiones, raya en lo vulgar.
Es realmente triste y desconcertante darnos cuenta de lo poco que valen las mujeres hoy día y el ínfimo respeto, por no decir ninguno, que se le manifiesta cuando de bellas letras como esta: ˝Mujer, quisiera escribirte una carta de amor. Porque eres el centro en el universo y creo en ti. Mujer, que tocas la noche y la llenas de luz, que tienes problemas, anhelos y penas y creo en ti…˝ Jose Luis Perales Hemos involucionado a esto: ˝Ay no le de ma na porque le duele la popola, dale por atrá pa que decanse la popola…˝ ˝Si te pego cuerno te pido perdón, si me odia abre las piernas y que cierre el corazón…˝
˝Papi, te gustan las chapas que vibran, te gustan, que vibren…˝ ˝Un maco jarro con un fondo sin fin , le queda ula-ula mi bin-bin, hecha pa’ alla, no te quiero ni un chin, cuero viejo y sucio de los que pelean en drink…˝ ¿Por qué se celebra esto? ¿Por qué aceptamos esto? ¿Por qué permitimos que las nuevas generaciones se denigren escuchando y bailando esta música? y, como si fuera poco, mal aprendiendo esta jerga callejera desmoralizante. ¿Que pasará con la nueva generación que está creciendo entre toda esta inmundicia? ¿Cómo tratarán los hombres, en un futuro no muy lejano, a las mujeres? ¿Qué concepto de sí mismas y que valor tendrá la nueva generación de mujeres dentro de 10 o 15 años? ¿Dónde están las autoridades encargadas de evitar que a través de los medios de comunicación y los espectáculos públicos se ofendan la moral, las buenas costumbres y los principios y normas del pueblo dominicano? ¿Dónde están los padres que les duele el futuro de sus hijos? ¿Dónde está el grado de responsabilidad social de la familia, de los medios de comunicación del país, de cada individuo? Lo cierto es, que todos los que se queden de manos cruzadas están contribuyendo al caos, al irrespeto, al oprobio. Me da asco, vergüenza e indignación ver en lo que quieren convertir a la mujer dominicana. Me da asco, vergüenza en indignación ver la falta de respeto de los hombres hacia las mujeres. Me da asco, vergüenza e indignación ver la falta de respeto de las mujeres para con ellas mismas. Me da asco, vergüenza e indignación ver como las mujeres están celebrando y disfrutando su propio fracaso. Todo este comportamiento mediocre, vulgar, denigrante e indignante deja mucho que decir de quienes lo ponen en práctica, pero sobre todo deja mucho que decir de nuestro país.