Margarita Reyes/Margoty
Hoy Noticias/La incidencia positiva del deporte y el ejercicio físico sobre nuestra salud física y psicológica es algo que escuchamos constantemente. Cada vez son más los profesionales de la salud que nos lo recuerdan y es que al parecer cada vez son más los efectos positivos que se obtienen para nuestra salud.
La sociedad actual, a medida que va conquistando calidad de vida va perdiendo por otro lado. Tenemos un perfecto ejemplo de esta afirmación en el estrés que reina en las sociedades sobretodo más desarrolladas, pues mientras la medicina y la alimentación se han mejorado notablemente, la vida laboral y personal se ha convertido en un foco continuo de problemas. Aunque la esperanza de vida ha aumentado y el bienestar gracias a que tenemos servicios sanitarios de mejor calidad, lo cierto es que la vida diaria se ha vuelto tan compleja y exigente que se ha tornado una fuente continua de agobios y frustraciones, lo que puede derivar en dolencias graves mentales y afectivos como puede ser la depresión.
Según varios estudios en los últimos años, los problemas derivados de nuestra salud mental están aumentando. De hecho, según consta y demuestran las estadísticas, la depresión y los estados de ansiedad son la enfermedad de este siglo y lo será también del próximo.
Afortunadamente para nosotros, los problema como el estrés o derivados puden atajarse de manera sencilla o al menos mejorarse, al igual que otros de los males de las sociedades más avanzadas, como son el sobrepeso o el sedentarismo.
La ausencia de actividad física puede ser perjudicial para nuestro estado físico, algo que va desde tener unos kilos de más hasta padecer complicaciones cardiovasculares. Pero lo que sí obviamos muchas veces es el poder del deporte sobre la mente, ya que las actividades físicas nos pueden ayudar enormemente a estar más felices y relajados.
Una de las principales ventajas del deporte, a nivel anímico, es que es una actividad que exige poco trabajo intelectual, con lo que tendremos nuestra mente lo suficientemente ocupada para no pensar en las causas de nuestro estrés, al mismo tiempo que nuestro cerebro podrá descansar al no tener que hacer grandes esfuerzos.
El deporte ayuda a que nuestro cerebro a segregar sustancias químicas, como las endorfinas, que nos hacen estar mucho más animados y activos, con lo que los pequeños problemas fuente de estrés los percibimos de una forma mucho menos dramática. El deporte, está demostrado, actúa en varios frentes contra el estrés, la ansiedad, la falta de autoestima y un largo etcétera., por lo que no hay mejor consejo que ponernos a ejercitarnos sin dudarlo, aunque nunca está de más tener presente unas recomendaciones básicas.
- Equípate de forma conveniente. Una buena equipación es fundamental a la hora de practicar ejercicio. Utlizar ropa ligera, que transpire, de algodón por ejemplo ayuda a mejorar nuestro rendimiento. Un buen calzado deportivo nos ayuda a minimizar el peligro de lesiones o accidentes.
- Alimentación saludable. De poco te servirá hacer deporte si no lo compensas con unos mínimos hábitos de comida. Aunque no sea todos los días porque te cueste, proponte metas a corto plazo como comer dos frutas todos los días o no probar los azúcares y la bollería.
- Busca un ejercicio que se adapte a ti. Para esto piensa tanto en tu forma física actual como en tus gustos personales. El objetivo último no es convertirnos en culturistas profesionales, sino mejorar la calidad de nuestra vida.
- Buena compañía. Encontrar a gente que nos acompañe nos facilitará enormemente la tarea. Si no la encuentras, puedes apuntarte a un grupo de tu localidad que organice salidas, baile o en suma, deporte. Por otra parte, el hacer ejercicio no significa salir siempre de casa. También lo podemos practicar a solas en nuestro hogar. Hacernos con un poco de material y buscar una tabla de ejercicios adaptada a nosotros. Hoy en día, navegando por Internet puedes hacerte con material a muy buen precio en páginas de anuncios en la web o conseguir videos completamente gratuitos de clases y ejercicos de todo tipo.
- Sé constante. Uno de los problemas del deporte es que presenta un alto grado de abandono, muchas veces porque se empieza con un ritmo demasiado alto. Márcate una rutina, quizás de dos o tres días a la semana, y ve progresando de forma continuada. No te desanimes al principio, ya que el tiempo terminará demostrándote como el ejercicio repercute en tu cuerpo.
- Ve más allá del deporte. Hacer ejercicio es una actividad altamente recomendable, pero si quieres luchar contra el estrés de forma integral no dejes de aprovechar otros recursos. Aspectos como la alimentación o el sueño tienen un gran impacto en nuestra mente, por lo que comer más frutas y verduras y dormir ocho horas pueden ayudarnos a tener aún menos estrés.