Hoy Noticias/Santiago, RD.- Hace apenas unos minutos concluyo una cadena humana y una caminata en el kilómetro 10 de la carretera turística Luperón en apoyo de varias comunidades que desde antes del inicio de la construcción del tanque del acueducto de Gurabo en julio de 1971 viene reclamando la instalación de las facilidades para agua potable.
Comunidades que necesitan agua potable para beber y suplir sus necesidades. Estas comunidades nunca han disfrutado de tener agua corriente en sus viviendas, no saben lo que es darse una ducha a pesar de pagar altos impuestos al Estado.
Las personas de aquí son parte de los excluidos y segregados y de los que están fuera del entorno del PLD.
Se suplen de la lluvia y con el cambio climático y las consecuentes sequías en los últimos tiempos viven un calvario. El año pasado la situación se tornó desesperante. Están viviendo en condiciones infrahumanas, víctimas de enfermedades como el dengue, cólera y hongos vaginales causados por la falta de agua potable.
A poca distancia de la comunidad está el tanque que abastece a Gurabo de 700 mil galones, que tampoco es suficiente para una población que necesita un acueducto con capacidad de almacenaje de 20 millones de galones para poder satisfacer la demanda. “Se suplen de la lluvia y con el cambio climático y las consecuentes sequías en los últimos tiempos viven un calvario”.
Para conservar la lluvia tienen que almacenarla en tanques de 55 galones que se compran a RD$100.00 cada uno. Son tanques que no reúnen las condiciones sanitarias, dando lugar a focos de contaminación y criaderos de mosquitos transmisores de enfermedades que mantienen en vilo a los vecinos.
En República Dominicana existen dos países: el de la casta política del partido oficial que goza de impunidad y reparte migajas, nominillas y botellas, y que dirige el país desde un comité político todopoderoso convertido en mafia política, y el de la inmensa mayoría de la población que como estas personas asisten a los hospitales públicos a morirse por falta de atención.